Dejo la Radio. No sé por cuánto tiempo pero la dejo. Como nos gusta decir en estos casos, lo hago para emprender nuevos retos profesionales. Pero la sensación es extraña. Por un lado la satisfacción de presentar un programa en la televisión pública andaluza, y en otro, la melancolía de darle esquinazo a una de mis pasiones, la de ponerme delante del micrófono y esperar a que se encienda la luz roja. Han sido diez años de locura, una historia de amor en toda regla. No pretendo que estas líneas se conviertan en la despedida definitiva, en absoluto, sino en una dedicatoria a quienes me han acompañado y enseñado tanto en estos años. Siempre lo he dicho, y hoy más alto que nunca: si algo he aprendido en esta profesión ha sido gracias a Cristóbal Cervantes. Gracias, Maestro.Gracias a él y a todos los que desde aquel 1 de Julio del año 2000 me habéis ayudado a cumplir el sueño de mi vida. A los que siguen aquí y a los que nos dejaron, como el inolvidable Juan Carlos Velez. A mi familia, incondicionales oyentes capaces de hacer las críticas más entrañables, y cómo no, a las personas que soportaron mis jornadas interminables sin sentir celos de mi otro amor, la Radio. Es momento de agradecimientos y dedicatorias, y de repetir hasta el final, que si algo consigo en la vida será gracias a ellos, a mis padres, para ese Señor con bata blanca que busca la salud de sus pacientes cada mañana y para esa mujer que sigue velando por mi desde el cielo.
Fernando G. Haldón
Una de romanos
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Puede parecer ventajista porque las críticas no están siendo buenas, pero *Gladiator
II *me despierta el mismo interés que el proceso de apareamiento ...
Hace 3 días
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